
De la misma forma que funciona este juego de ferias en la que uno toma el martillo y lo golpea con toda su fuerza para llegar al objetivo, así también el cristiano debe enfrentar los restos personales, con golpes de fuerza.
Primero la persona se propone, mira y apunta el objetivo y luego golpea con fuerza.
Cada reto o prueba de fe debe ser enfrentado con total convicción de victoria en el Señor, así como las cosas que uno se propone a alcanzar.
En todo debe haber esfuerzo para lograrlo, pero recordar que el esfuerzo sin fe en Dios no es suficiente. Todo se puede alcanzar con la ayuda de Dios, pero en todo tiene que haber esfuerzo. (Sea para ver un cambio, para ver la respuesta las oraciones, o en las luchas contra el enemigo).
• Mateo 11:12 Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino del Cielo se alcanza a la fuerza, y los esforzados lo arrebatan.