Un discípulo de Cristo no puede conformarse en predicar una vez y que el oyente solo reciba a Cristo en su corazón, ese es tan solo el inicio en el camino de fe.
Los cristianos deben enfocarse en que sus oidores se conviertan y permanezcan en el camino. Miles de labios confiesan a Cristo, pero jamás se arrepintieron y continúan en el mundo.
Es necesario dar el correcto seguimiento, y regar las semillas de fe implantadas en los corazones hasta que crezcan y den fruto para vida eterna.
• Proverbio 11:30 El fruto del justo es árbol de vida; y el que gana almas es sabio.
• Mateo 28:19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones,