Cuando sucede esto, se corta la provisión de energía eléctrica y se producen apagones.
Los postes representan a los esposos, los cables la comunión.
En muchos matrimonios la comunión se cortó, tampoco hay esfuerzo por solucionar problemas y se habitúan a vivir así, llevando un matrimonio cristiano monótono, apático, lejos del plan establecido por Dios sin “su luz”, sin la presencia de su Espíritu.
Como cualquier otra área de la vida a ser perfeccionada, hay áreas que corresponden al matrimonio que necesitan ser tratadas en oración, luchas que tienen que ser confesadas, hábitos que deben ser moldeados por el Espíritu Santo.
A consecuencia de esta rotura en la comunión entre cónyuges, el mal testimonio reluce en los matrimonios cristianos. Manifestaciones de impaciencia, intolerancia, falta de respeto, apatía en los rostros y expresiones.
El matrimonio es uno de los escenarios principales donde la cruz debe ser accionada, acompañada de oración perseverante y negaciones constantes. Aún el matrimonio mundano está fundamentado en el cristianismo, pero si los mismos cristianos no pueden demostrar que Dios los une, los aviva, los fortalece ¿qué esperanza se puede dar a aquellos que no conocen a Dios y no pueden solucionar sus problemas conyugales? ¿A quién acudirán a pedir ayuda?.
• 1Corintios 13:4-7 El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
• 1Pedro 3:1 Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos; para que también los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas, considerando vuestra conducta casta y respetuosa.
• 1Pedro 3:7 Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo.
• 1Corintios 7:5 No os neguéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos sosegadamente en la oración; y volved a juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia.