Pero veía como algunos nombres brillaban y mientras otros se desvanecían".
Esos nombres que brillaban, son de cristianos que se mantienen en el camino, guardado y viviendo la Palabra. Los nombres que se desvanecían, pertenecen a las personas que se alejan del camino.
- Apocalipsis 20:12 Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras.
- Apocalipsis 3:5 El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles.
El Señor es bueno y misericordioso, y por sobre todo fiel. Después de una semana muy difícil para mí, de sentirme muy quebrantada y angustiada por causa del comportamiento de desobediencia y rebeldía de mi hija, y habiéndole entregado al Señor cada situación, rogándole que a Él tomara que el control de todo, Nuestro Señor Jesucristo no tardó en responder y hacerse cargo Él mismo.
En la madrugada del 18 de diciembre de 2011, por la gracia de Nuestro Señor Jesucristo, mi hija de 5 años tuvo esta experiencia espiritual maravillosa, y seguidamente la relataré conforme sus expresiones:
Sí mami, era un ángel, vi sus alas y me tomó de la mano y empezamos a ascender hacia arriba.
Subimos tan alto que era emocionante y nos sentamos un rato en la luna, ¡¡fue increíble mami!!.
Luego fuimos hasta el cielo y ahí entramos a un castillo bellísimo y al entrar me condujo ante la presencia del Rey de reyes y Señor de señores, Jesucristo. Él estaba sentado en un trono hermoso rodeado de muchísimos ángeles que cantaban ¡Gloria, gloria a Dios en el cielo!.
Y estando frente a Jesucristo yo me postré ante Él para adorarlo, solo que no podía ver su rostro porque la luz que salía de Él era demasiado brillante y apenas podía abrir mis ojitos.
El cielo es un lugar hermosísimo donde hasta las flores alaban al Señor con su canto.
Pude jugar un buen rato en un parque, en un tobogán, en una hamaca y una calesita.
Mamá, Jesús jugaba conmigo y Él me cuidaba. También me mostró los hermosos árboles que hay allá, los cuales tienen bellos frutos de vivos colores.
Y así como mi papi me enseñó empecé a deletrear y pude leer tu nombre, el nombre de mis abuelas, de mis primitos y algunos tíos. ¡También pude leer mi nombre mamá!. Pero no estaba el nombre de mi papá, ni el de mis abuelos, tampoco de mi tía Leny, ni de mis tíos José y Rubén y tampoco de mi primito Manu.
Entonces muy triste, le pregunté al Señor Jesús porqué no estaban sus nombres, y me dijo: que algunos de ellos “aún no confían en Mí” y otros siguen aún dedicando más tiempo a los partidos de fútbol que a Mí.
El Señor me dijo que vaya junto a mis abuelos y tíos y les diga que dejen de ver los partidos de fútbol y también las películas feas.
También me dijo con mucho amor: “Hija, debes “ser obediente” con tus padres cuando vuelvas al mundo, porque de lo contrario tendré que borrar tu nombre del Libro de la Vida. Confía en Mí, porque Mi Espíritu Santo descenderá sobre ti y tu familia”.
“Ahora puedes volver a tu hogar hija”, fueron sus últimas palabras. Y aunque yo no quería volver al mundo tuve que regresar de nuevo mami, con el mismo ángel que me había llevado. ¡El cielo es un lugar hermoso!.
- “Yo te alabo, oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y entendidos, y las has revelado a los niños. Sí, Padre, porque así te agradó”. Lucas 10:21
- “El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles”. Apocalipsis 3:5
- “Y Jehová respondió a Moisés: Al que pecare contra mí, a éste raeré (borraré) yo de mi libro”. Éxodo 32:33
- “Jehová dijo así: El cielo es mi trono, y la tierra estrado de mis pies; ¿dónde está la casa que me habréis de edificar, y dónde el lugar de mi reposo?. Mi mano hizo todas estas cosas, y así todas estas cosas fueron, dice Jehová; pero miraré a aquel que es pobre y humilde de espíritu, y que tiembla a mi palabra”. Isaías 66:1-2
- “Oíd palabra de Jehová, vosotros los que tembláis a su palabra: Vuestros hermanos que os aborrecen, y os echan fuera por causa de mi nombre, dijeron: Jehová sea glorificado. Pero él se mostrará para alegría vuestra, y ellos serán confundidos”. Isa 66:5