Durante la reunión de oración de intercesión una de las hermanas en la fe ve burbujas cayendo en una visión.
El Espíritu nos enseñó que esas burbujas representan cómo estaban las oraciones en ese momento.
Las burbujas deberían ascender con el poder de la oración, sin embargo éstas no se elevaban, la causa: falta de clamor.
El Señor nos exhorta a “clamar” con el corazón y en el espíritu (oración en lenguas), esta es la oración que se eleva con gran poder al trono de gracia.
Según el diccionario el clamor es la voz proferida con gran esfuerzo, incluso a gritos, también se define como la voz lastimosa que indica aflicción, pasión o quebranto, en nuestro caso, ese clamor es por las almas.
- Lucas 18:7 ¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles?
- Ezequiel 21:12 Clama y lamenta, oh hijo de hombre; porque ésta será sobre mi pueblo, será ella sobre todos los príncipes de Israel; caerán ellos a espada juntamente con mi pueblo; hiere, pues, tu muslo
- Jeremías 6:26 Hija de mi pueblo, cíñete de cilicio, y revuélcate en ceniza; ponte luto como por hijo único, llanto de amarguras; porque pronto vendrá sobre nosotros el destruidor.
- Joel 1:13 Ceñíos y lamentad, sacerdotes; gemid, ministros del altar; venid, dormid en cilicio, ministros de mi Dios; porque quitada es de la casa de vuestro Dios la ofrenda y la libación.