Es necesario apartarse, sincerarse con el Espíritu confesando toda intención mala del corazón, y pedir la ayuda que necesita para no caer en tentación, rogando que Dios quite esos deseos, resistiendo siempre, y la victoria llegará de lo alto.
• 1Corintios 5:34 Velad debidamente, y no pequéis
• Mateo 26:41 Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.
Para caminar en victoria el creyente debe limpiar su camino de todo tropiezo (cosas que ve, escucha o personas que contaminan), pero si el tal se expone al fuego ciertamente se quemará.
• Proverbio 6:27-28 ¿Tomará el hombre fuego en su seno sin que sus vestidos ardan? ¿Andará el hombre sobre brasas sin que sus pies se quemen?
Ojo: querer pecar, no es lo mismo que caer en pecado. Muchos son tentados a pecar, y se sienten con culpa por ese deseo de hacer lo malo. Lo correcto es confesar al Señor esas intenciones sucias, ¡los malos deseos también deben ser confesados!, incluso si no han sido consumados.
• Gálatas 5:16 Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne.
• Gálatas 5:24 Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.