En ocasiones los creyentes hacen planes sin buscar la dirección de Dios. Obrando sin saber si lo que están haciendo (o harán) es o no conforme su voluntad.
¡Cuidado!, el simple hecho de que “algo” salga bien, no significa que la mano del Señor estuvo presente o lo haya aprobado, ¡no!.
Es de suma importancia tomarse el tiempo necesario para buscar su dirección en oración, hasta encontrarla.
• Deuteronomio 33:3 Aun amó a su pueblo; todos los consagrados a él estaban en su mano; por tanto, ellos siguieron en tus pasos, recibiendo dirección de ti (...)
Sin embargo, hay momentos donde se deben tomar decisiones en el momento, cuando surgen situaciones que urgen de respuestas. Ej. Surge una llamada repentina para una entrevista de trabajo en el día y la cita es en horas. En esos casos también hay que orar pero presentando y entregando al Señor esa decisión y dejarla en sus manos: “Señor, te entrego ‘tal’ decisión, y conforme sea tu voluntad abre o cierra esta puerta, pero sea hecho según tu plan y no el mío”.
• Salmo 25:4 Muéstrame, oh Jehová, tus caminos; enséñame tus sendas.
• Salmo 128:1 Bienaventurado todo aquel que teme a Jehová, que anda en sus caminos.
• Proverbio 3:6 Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas
• Salm 143:10 Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios; tu buen espíritu me guíe a tierra de rectitud.
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