
Cuando una persona incursiona en la brujería, en los poderes de lo oculto, ésta recibe todo lo que quiere, Satanás le concede muchas cosas para atarle y atraerle.
Con el tiempo, el diablo les prepara y les ordena atacar a los cristianos. Ellos son plenamente conscientes de sus ataques y el mal que hacen.
Sólo un cristiano despierto en lo espiritual y que sepa usar las armas de la Palabra (guerrero en la fe) le podrá hacer frente, combatiendo contra ellos y deshaciendo sus obras.
Las flechas de la verdad de la Palabra envianda contra los brujos, les llegará sí o sí, por más que no vea nigún resultado. En su interior se activan, ya sea como enfermedades, cáncer, diabetes, etc., por más que por fuera luzcan bien.
- Salmo 35:8 Véngale el quebrantamiento sin que lo sepa, Y la red que él escondió lo prenda
- Salmo 83:13 Dios mío, ponlos como torbellinos, Como hojarascas delante del viento
- Salmo 109:17 Amó la maldición, y ésta le sobrevino
- Salmo 21:12 Pues tú los pondrás en fuga; en tus cuerdas dispondrás saetas contra sus rostros.