
Mucho pueblo de Dios dejó de cargar con su cruz.
Ya no se están negando, ya no se esfuerzan ni batallan contra la carne y sus apetitos, no crucifican al yo personal entregándose a sus gustos, a la lengua, al deseo de los ojos, los oídos, dejaron de tratar como se debe las manifestaciones de la carne.
• Lucas 9:23 Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame.
• Gálatas 5:24 Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.