Representa el estado de una persona presa de algo que ve y eso le produce ira. Comienza entrando por los ojos, luego va al corazón y termina manifestándose por su boca.
El corazón procesa todo, sean pensamientos, imágenes, deseos, etc. y luego se exterioriza por la boca, los gestos, la mirada, etc. Muchos cristianos están cautivos de diferentes ataduras y cadenas que aún no se rompieron.
• 2da. de Pedro 2:19b Porque el que es vencido por alguno es hecho esclavo del que lo venció.
• Juan 8:34 Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado.
Atención: Cuando una persona se entrega al Señor de todo corazón, su espíritu nace de vuelta, sin embargo su alma está intacta, toda su carne está mal, todas las áreas.
Entonces desde que su espíritu cobró vida a través de Cristo, comienza un proceso de transformación que se ejecuta cada día mientras la persona se mantenga en comunión perseverante con el Señor.
El cambio se va dando por el accionar de la fe, al orar pidiendo por el cambio anhelado y paralelamente luchando contra las diferentes áreas de la mente, la carne, el corazón.
• Colosenses 3:10 y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno
• Gálatas 5:1 Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud.
Algunos tienen grandes luchas contra el pecado, y durante largos periodos de tiempo vienen orando por algo, pidiendo ayuda para cambiar y vencer cosas que les parece hasta imposible dejar y no ven lo que esperan a pesar de luchar. Nada se escapa de las manos del Señor, hay casos donde Dios mismo permite que la batalla continúe para que al final un gran testimonio del poder de Dios se manifestado y Él sea glorificado. Pero la lucha tiene que continuar.
• Romanos 6:22 Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna.