Manténganse siempre velando y ungidos.
Mientras más compromiso haya con el Señor, con la oración por las almas, en la intercesión, más esfuerzo por cambiar y dejar el pecado, mayor será el ataque del enemigo; estos se convierten en verdaderos enemigos del diablo, y trabajará sin descanso para debilitarlos y hacerlos caer.
Dios los llama a velar y ungirse siempre.
• 1Pedro 4:7b sed, pues, sobrios, y velad en oración.