El cuadro representa la obra del Señor en plena construcción, mas los obreros de Dios, muchos de ellos, trabajan de modo inadecuado, no están equipados ni protegidos espiritualmente.
Están dispuestos, pero no tienen calzados los pies con el apresto del evangelio; tampoco tienen puesta la armadura divina (Efesios 6), de esa forma, no están preparados para utilizar las armas defensivas y ofensivas contra los ataques del enemigo, ni siquiera saben como protegerse, y están expuestos a riesgos, y caídas peligrosas.
Es necesario que el servidor de Dios sea competente en su función, sea cual sea, esté prepare en oración y en conocimiento de la Palabra para no caer en las trampas del enemigo y poner ningún tipo de tropiezo.
2Corintios 6:7 (...) en palabra de verdad, en poder de Dios, con armas de justicia a diestra y a siniestra
2Corintios 10:4 porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo,