
Otra manera de ataque del enemigo contra los cristianos se da con demonios de pereza, estos operan cuando se ora, se ayuna, y se lee la Palabra. Hay que reprenderlos con autoridad y resistirlos.
Si bien la pereza es la falta de ganas para emprender algo (también es un fruto de la carne), en este caso esa pereza es inducida por demonios.
El enemigo sabe le necesidad del creyente de estas cosas, y por eso ataca de esa forma para que no ore, no ayune ni lea Escrituras. Cuando la persona empieza a ceder a esta oposición ellos ganan terreno.
• Lucas 10:19 He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará.
• Santiago 4:7 Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.