
La Palabra nos enseña que nuestra mente debe ser “renovada”, sin embargo muchos creyentes hoy están llenos de malos pensamientos, rebosan en inmundicia de la mente, maquinaciones, inmoralidad, malicia, malos deseos, etc., que en lugar de limpiarse, perseveran en ello, de esta manera sus cabezas se ven como el cuadro en cuestión: inmundas.
Estos pensamientos al igual que los cabellos, van creciendo, y luego les afecta en todas las áreas de la mente y el corazón, hasta que se terminan manifestando, dando malísimos testimonios o llevando a caídas y tropiezos en pecados.
Es necesario luchar continuamente contra los malos pensamientos que atacan la mente, sean pensamientos propios y también los que provienen del enemigo.
• Mateo 15:19 Porque del corazón salen los malos pensamientos
• Efesios 4:23 y renovaos en el espíritu de vuestra mente,