Los diferentes candelabros representan a los diferentes cristianos, con diferentes estaturas espirituales... pero cada objeto porta una llama, que es la presencia del Espíritu Santo.
Cuando el creyente descuida su comunión con Dios, deja de lado la oración, la lectura de la Palabra, etc., entonces esa llama comienza a disminuir hasta apagarse...
Es responsabilidad personal, mantener avivada llama del Espíritu Santo en su vida.
- 1 Tesalonicenses 5:19 No apaguéis al Espíritu.