
Cada creyente representa a la novia de Cristo, por ende cada uno debe comportarse como tal.
La salvación es personal, así como esta preparación: velar, cuidando sus vestiduras, lavarla, plancharla, cada uno debe alistarse cada día para el esperado momento en que aparezca "el Novio".
- Efesios 5:25-27b como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha.
- Apocalipsis 22:17 Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven.
- Apocalipsis 22:14 Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho al árbol de la vida, y para entrar por las puertas en la ciudad.