
Jugar con el cristianismo, coquetear con el pecado, vivir una doble vida, falta de compromiso con Dios, o llevar una vida espiritual solo de fachada, atenta con el creyente, porque mientras así vive, el enemigo apunta a matar.
1Pedro 5:8
Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar