
2Pedro 1:21 porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.
Es necesario siempre preguntar en las congregaciones si alguno no cree en las revelaciones del Espíritu y orar por ellas para que el Señor les traiga convicción y las vendas caigan al pedir perdón por la incredulidad.
Después de un tiempo el Señor obró en ambas y ya no tuvieron ese problema. ¡Para el Señor no hay nada imposible!.
1Corintios 14:22 Así que, las lenguas son por señal, no a los creyentes, sino a los incrédulos; pero la profecía, no a los incrédulos, sino a los creyentes.