
A medida que avanzamos en el Camino, nuestra vida, nuestro hablar, nuestro testimonio debe también avanzar hacia el perfeccionamiento, esto implica ir desponjánonos de modos, costumbres, y cualquier hábito mundano.
La sanitificación personal se refleja la vida de renuncia que no lleva, para crecer en ella, es necesaria la vida de cruz.
- 1ra. de Corintios 3:2 Os di a beber leche, y no vianda; porque aún no erais capaces, ni sois capaces todavía, 3 porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres?