
Con este cuadro, el Espíritu reveló que esa estructura representa al mundo... si bien los creyentes están en el mundo, no son parte de él. Sin embargo, mucho del pueblo de Dios se están estructurando a las cosas de este mundo, de a poco siguen la corriente y terminan dentro del esquema del mundo.
Muchos creyentes todavía aman al mundo, aferrados a vanidades, modas, afanes, lujos, y brillos que ya deberían haber cortado de sus vidas. El Señor nos llama a negarnos a nosotros mismos, tomando la cruz cada día y que el mundo no sea la estructura de vida, sino la Palabra de Dios.
•Filipenses 1:21 Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia.