
RECORDAR: Es necesario corregir a los niños, aunque eso conlleva en la mayoría de los casos momentos de enojo e ira. Pero ni bien los padres realizan la corrección, deben entregar al Señor todo enojo, ira y cualquier sentimiento que cause disgusto. Se debe cerrar toda puerta abierta para no dar lugar al enemigo.
• Efesios 4:26 Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo