
Representa la destreza para embocar en el objetivo. Esto va aplicado al ámbito espiritual y se da cuando el creyente es guiado por el Señor ante los desafíos que enfrenta, cuando es direccionado por el Espíritu siempre “encesta”, siempre dará en el lugar correcto.
En cambio, cuando no es guiado por el Señor, tiende a fallar siempre.
Las pelotas pueden variar de tamaño, conforme a la manera en que se está obrando; una persona puede lanzar la pelota al aro, pero tal vez no entre en él por el tamaño de la pelota, esto se aplica al creyente que busca alcanzar algo pero en la carne, por más que intente una y otra vez encestar, nunca encestará, hay cosas que Dios mismo no permite, porque su obrar no es conforme a su voluntad.
¡En todo hay que ser direccionados por el Espíritu! Entonces las luchas serán efectivas.
• Proverbio 11:14 Donde no hay dirección sabia, caerá el pueblo; Mas en la multitud de consejeros hay seguridad.
• Proverbio 20:18 Los pensamientos con el consejo se ordenan; Y con dirección sabia se hace la guerra.
• Salmo 127:1 Si Jehová no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican; si Jehová no guardare la ciudad, en vano vela la guardia.