
Hay momentos decisivos en el camino del creyente en que aparecen obstáculos, a veces muy difíciles de pasar, más uno tiene que “pasar”.
El único modo de vencer cualquier prueba es con el esfuerzo.
El mensaje va dirigido a personas que ya están más tiempo en el Señor, y que aun no pueden pasar ciertas dificultades.
También es cierto que si ahora no pasan –cuando la dificultad no es mucha- los brazos del puente se abrirán totalmente, y la persona al intentar cruzar, caerá. Al final es uno mismo decide pasar o no.
- Santiago 1:3 la prueba de vuestra fe produce paciencia.