
Hay personas que con una mínima tentación se deslizan y se van para abajo.
Las tentaciones también son pruebas, y la persona debe aprender a pasar la prueba, pero como cede fácilmente a ellas se cean y luego vuelve a repetirse la prueba y vuelven caer.
Así sus vidas se asemejan al tobogán donde suben y bajan, luego vuelven a subir, y vuelven a bajar, y así.
Dios los llama a vencer el pecado, Cristo pagó un alto precio para dar libertad, por eso es preciso tener convicción de que hay que cortar con el pecado.
- 1Corintios 10:13 No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.
- Romanos 8:1-2 Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.