
Enseñanza:
Esto representa a personas que constantemente reiteran el mismo pecado.
Son cristianos que saben que algo está mal, confiesan sus errores en oración, pero en poco tiempo vuelven a repetir lo mismo, una, otra y otra vez. Porque no tratan el pecado como se debe, de raíz, con esfuerzo.
Estamos llamados a convertirnos, a cambiar, y para dejar un pecado es necesario la renuncia al mismo, y el esfuerzo personal de cortar con tal pecado.
La oración es importante (y ayuno si es necesario) porque ahí interviene la ayuda del Espíritu Santo, y por más débil que sea la persona, recibirá nuevas fuerzas para continuar batallando con el "hombre fuerte interior", hasta vencerlo, pero esa lucha debe ser perseverante, no solo por un tiempo.
• Efesios 4:22-24 En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.