
Cuando se entra en esa sala, uno se mira a sí mismo desde muchos ángulos. Entonces se puede apreciar todas las imperfecciones que no se ven desde ciertos puntos de vista convencionales.
Representa la debida atención y esmero por autoexaminarse bien y completamente.
Muchos cristianos entran agachados a esa sala y no pueden ver nada (porque no están interesados en reconocer sus propios errores). Otros sin embargo entran y ven con detalles todo lo que está mal, y se esmeran por arreglar lo necesario. ¡Hay que autoexaminarse!.
Ejemplo de tipo de creyentes:
1er. Caso: El cristiano entra y ve algo sucio pero actúa como si no vió nada. No se limpia.
2do. Caso: Algunos ven sus errores y agachan la cabeza, porque no quieren ver.
3er. Caso: Personas que ven lo sucio y ahí mismo lo tratan. En este caso es cuando el Señor actúa y ayuda a la persona a limpiarse.
- 1Juan 3:3 Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro.
- 1Timoteo 4:16 Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina.
- Salmo 139:23 Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos; y ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame en el camino eterno.