
Todos, de alguna manera, en algunos más, en otros menos, tienen alguna forma de atadura a sus celulares.
Atados a las redes sociales, Facebook, Twitter, Instragram, etc., revisando todo el timpo estados de Whatsapp. Alimentan de vanidades sus mentes, dando gusto a los ojos, satisfaciendo deseos carnales en las redes, leyendo cosas que no edifican, pasando más tiempo con el celular que con Dios, otros madrugan con el celular y así no pueden levantarse a orar. Usan este aparato de forma desordenada, muchos no lo sueltan ni para comer, dando así muy mal testimonio como creyentes ante inconversos y conversos.
Es así como muchos se enfrían, se desenfocan e incluso hallan tropiezos por culpa del celular y todo lo que éste contiene.
Si uno reconoce que está atado al celular, deberá orar específicamente para darle el uso correspondiente, pedir domino propio, de lo contrario sería mejor no tenerlo o buscar un aparto sin acceso a internet.
- 1Corintios 6:12 Todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen; todas las cosas me son lícitas, mas yo no me dejaré dominar de ninguna.
- Marcos 9:43 Si tu mano te fuere ocasión de caer, córtala; mejor te es entrar en la vida manco, que teniendo dos manos ir al infierno, al fuego que no puede ser apagado,