
Así el enemigo asecha a los cristianos. Hay demonios específicos para cada tipo de creyente (para los firmes, para los de doble ánimo, para los dormidos), y siempre se enfocan en los más débiles del rebaño.
Solamente la congregación vigilante, orando unos por los otros, exhortando y fortaleciendo a las ovejas, los podrán resistir. Cada perro tiene una persona en el objetivo.
Salmo 22:16
Porque perros me han rodeado;
Me ha cercado cuadrilla de malignos;
Horadaron mis manos y mis pies.