Cada árbol representa la situación actual de cristianos crecidos; alguna vez fueron árboles verdes, llenos de vida, dando buenos frutos, pero algunos se están secando, otros se están por secar, y muchos ya están secos.
- Marcos 4:19 pero los afanes de este siglo, y el engaño de las riquezas, y las codicias de otras cosas, entran y ahogan la palabra, y se hace infructuosa.
Las distracciones de la vida, afanes, y problemas hacen que mucho pueblo de Dios se desenfoque, así la ansiedad los lleva a priorizar otras cosas y cuando dejan de lado la oración (que debería ser lo más importante en la vida del creyente), entonces comienzan a “secarse” y si no enderezan lo torcido a tiempo inicia un proceso de deterioro espiritual que puede terminar en muerte espiritual.
- Juan 15:6 El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden.
- Lucas 13:7-9 Y dijo al viñador: He aquí, hace tres años que vengo a buscar fruto en esta higuera, y no lo hallo; córtala; ¿para qué inutiliza también la tierra? El entonces, respondiendo, le dijo: Señor, déjala todavía este año, hasta que yo cave alrededor de ella, y la abone. Y si diere fruto, bien; y si no, la cortarás después.