
Representa el camino de fe de muchos creyentes. La luz representa la presencia del Señor; en algún momento estarán en esa situación, ya su verán la luz, y deberán andar “exclusivamente” por fe.
Hay creyentes que ya alcanzaron cierto crecimiento y están capacitadas para andar por fe (no dependen de lo que ven), por eso Dios les dejará un tiempo.
Dios siempre está, nunca dejará a su pueblo, muchas veces hace notar su presencia, pero en ocasiones parece que no responde, que no escucha, que no está, aunque esté.
Todos deberán pasar en algún momento de sus vidas ese tramo de silencio, por el desierto y algún valle de oscuridad, donde la fe es probada.
- Salmo 13:1 ¿Hasta cuándo, Jehová? ¿Me olvidarás para siempre? ¿Hasta cuándo esconderás tu rostro de mí?
- Oseas 2:14 Pero he aquí que yo la atraeré y la llevaré al desierto, y hablaré a su corazón.