En la mayoría de las casas de cristianos hay objetos consagrados en el ocultismo, por ejemplo algunas joyas heredadas, como un simple collar o un anillo que pertenecía a la abuela, sin que los descendientes conozcan la historia que hay detrás.
Cualquier cosa podría estar consagrada, desde una prenda, un sticker (pegatina o calcomanía), hasta un cuadro; no importa la forma, ni el nombre del objeto, sino la historia que hay detrás.
Hay casos donde solo podrán ser identificados a través de la revelación del Espíritu Santo, porque por sí mismos no podrán identificar, y mientras estos estén en la casa, el enemigo podrá operar a través de ellos.
Muchos aún no saben distinguir, hay desconocimiento en la iglesia de símbolos usados en el ocultismo, y están en las casas, en las prendas de vestir o como adornos, ejemplo, el conocido símbolo de la paz.
Otros saben que el objeto tiene algo malo, pero tienen apego para no despojarse por el valor que tiene. Ejemplo: una vajilla de plata con pinturas del antiguo Egipto (u otro lugar como India).
La iglesia tiene que pedir dirección del Espíritu y también “discernimiento” para poder reconocer e identificar todo objeto de maldición y deshacerse de ellos.
Es deber de cada cristiano velar por su morada y mantenerla libre de anatemas.
- Josué 6:18 Pero vosotros guardaos del anatema; ni toquéis, ni toméis alguna cosa del anatema, no sea que hagáis anatema el campamento de Israel, y lo turbéis.