
Muchos del pueblo de Dios están atados a los afanes del dinero, corren en pós de las riquezas terrenales, o vienen al Señor buscando mejorar sus ingresos. Esto no es el enfoque del cristianismo, hay ignorancia al respecto, dejando en claro que sobre los púlpitos se está predicando un evangelio distorcionado.
Proverbio 23:4 No te afanes por hacerte rico;
Sé prudente, y desiste.
Una de sus trampas es la atracción al dinero.
El enemigo puede influenciar y poner pensamientos en el creyente para que éste se afane por aumentar sus ingresos, se sienta incómodo con lo que tenga, y busque el medio para enriquecerse.
¡Cuidado con el amor al dinero!.