
Representan los ahorros, lo valioso, el tesoro del corazón. Muchos creyentes se afanan demasiado para aumentar sus ahorros. No está mal ahorrar, el problema radica cuando ese afán se vuelve atadura y acarrea aflicción, entonces el corazón se inclina hacia la riqueza.
• 1Timoteo 6:9-10 Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición; porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.