Esta tarde mi esposo (inconverso) estaba viendo una película sobre un atentado terrorista contra los Estados Unidos, contra la Casa Blanca, que se llama “Olimpo bajo fuego” ('Olympus has fallen' o 'Ataque a la Casa Blanca'). En la que tomaban esta casa y tenían de rehén al presidente; puse atención en algunas partes la película, hubo una traición y este ataque fue muy bien planeado, perfectamente calculado; eran orientales quienes tomaron al mandatario. Todo empezó con un atentado, un avión que comenzó a matar inocentes en las calles, mientras veía esto, de repente me tomó el Señor, no aguanté, estallé en llanto frente a mi esposo, frente a mis hijos. Yo no podía controlar el llanto, no podía controlar el dolor que yo sentía en mi pecho, era un dolor muy fuerte, dolor que me da cuando me habla en el espíritu. Y me tuve encerrar en mi cuarto; todos me miraban, mi esposo con los ojos bien grandes me preguntaba qué me pasaba, y yo no me podía parar de llorar.
Esto es lo que el Señor me dijo: “Ese atentado va a suceder, lo mismo que en la película”.
Me hablaba de atentado, de atentado y yo solo lloraba y lloraba, sentía mucho dolor y lo único que yo podía era pedir misericordia por las vidas inocentes y la de este presidente; porque el Señor conoce nuestras vidas, la vida del mandatario y sabe lo que va a suceder.
A pesar de todo lo que está pasando en el mundo, Dios tiene todas las cosas bajo control y yo les cuento esto para que nos unamos en clamor, en misericordia por los Estados Unidos para que el Señor dé libramiento a muchas vidas inocentes y al presidente.
Mientras yo pedía al Señor misericordia por las almas que morirán, por esas personas que trabajan en la Casa Blanca, el Señor me dijo: “No los puedo cuidar, porque están en adulterio, en pecado de muerte y así no puedo cuidar a estas personas. Solo puedo cuidar a los míos en este tiempo, solo a mis santos, porque mucha gente está en pecado de muerte, no confían en el mí, así no lo puedo guardar. Es necesario que estén a cuenta conmigo y no esconderme nada, no puedo cuidar a quienes no son sinceros conmigo”.
Yo no sé si esto sucederá en el gobierno actual o no, Dios no me lo dijo, solo que sucederá.
• Salmo 64:2 Escóndeme del consejo secreto de los malignos, de la conspiración de los que hacen iniquidad
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