“Voz fue oída en Ramá, llanto y lloro amargo; Raquel que lamenta por sus hijos, y no quiso ser consolada acerca de sus hijos, porque perecieron” (Jeremías 31:15)
Iglesia del Señor Jesucristo, he sido amonestada por el Espíritu Santo, para entregar esta visión, el jueves pasado (13 Mayo).
Estando en mi cama, comencé a sentir desde la mañana un dolor fuerte en mi pecho, que iba en aumento, no podía estar tranquila, era una angustia muy grande, cuando durante una oración vi en visión a mujeres que lloraban, eran madres, su llanto era desgarrador sin consuelo, ellas habían perdido a sus hijos.
Vi que una peste venía y era muy terrible porque se desataba sobre niños recién nacidos hasta 18 años.
Esto ya lo había visto antes (…) el SEÑOR quería que sintiera el dolor de esas mamás, que será muy muy grande, mi pecho me dolía mucho.
Vi que llovía y se tiraban al suelo sin importar nada, querían de vuelta a sus hijos, pero estos no iban a regresar, viene luto.
“¡Ay, ay, ay, iglesia del Señor Jesucristo! Te advertí, te hablé, te dije lo que vendría y no Me quisiste escuchar dice el Señor, no quisiste atender a Mi llamado, cerraste tus oídos a mi Voz, endureciste tu corazón a Mi llamado, has rechazado cada instrumento que te he enviado, no has querido oír Mis advertencias:
Te dije que vendría gran dolor y vino;
Te advertí no te pongas esas vacunas y no me escuchaste,
Ahora te he dicho unge tu casa, unge a tus hijos, unge a los niños y no has querido obedecerme”.
“Por tanto así dice Jehová, El Grande y Temible: estoy airado con mi pueblo, su maldad a subido delante de mí, Yo Soy, Yo El mismo que hice los cielos y la tierra, no tendré por inocente al culpable y haré separación entre los que han escuchado mi voz, de aquellos que no han querido oírme”.
“Yo envío muerte sobre sus hijos y sobre los hijos de aquellos que tuvieron tiempo de volverse a Mí y no lo hicieron, antes bien han seguido los designios de sus corazones, han puesto consejo sobre sí mismos y no ha sido mi consejo, dejaron mi palabra”.
“¿Por qué dejaste mi palabra pueblo rebelde y contumaz?. Si Yo fui quien te levantó, no fue el hombre, fui Yo quien puse mi palabra en tu boca, te di dones, te di entendimiento, te di mi Espíritu Santo pudiste consultarle a él y no lo hiciste, pudiste preguntarme y no lo hiciste”.
“Predicabas con mi unción con mi poder y despreciaste Mi Consejo, lo tuviste en poco y no me consultaste, antes fuiste y pusiste consejo en tu corazón y te acomodaste a estos tiempos, te endureciste, te llenaste de orgullo y vanidad, me robaste la gloria y la gloria es y será solo para Mí, dice el Señor Jesucristo”.
“No hay Dios fuera de Mí, no lo hay, pero así mismo te hiciste dios y endureciste tu corazón y encadenaste tu alma al maligno por cuanto recibiste su consejo engañoso y te vacunaste, sin consultarme, sin entender los tiempos en que estamos viviendo”.
Yo vengo pronto, vengo por una iglesia sin mancha ni arruga, con el ADN que Yo le di, no el que te has dejado poner.
“¡Ay, ay, ay!”, dice el ALTÍSIMO, “Mi pueblo me ha desechado, ya no me siguen a mí, siguen al hombre y a las corrientes malignas de este mundo, fuiste engañado pueblo mío”.
“Yo desato ahora la muerte sobre los tuyos, ahora serán tus niños, ve pues y úngelos con aceite y cúbrelos en mi sangre bendita para que la peste destructora pase de largo, porque llanto viene, mucho llanto, muchas madres llorarán por sus hijos, algunas los perderán a todos, y muchas se suicidarán porque no podrán soportar el dolor de perder a sus hijos de una vez”.
“A muchos niños me llevaré para que no vean las cosas terribles que vienen a la tierra, para que no pasen hambre, porque traigo hambre a la tierra y muchos más morirán, muchos niños que son míos me los llevaré porque es su tiempo y porque no quiero que sufran, ellos ya sufren por mi Palabra son despreciados y lloran por las noches pidiendo fortaleza para seguir, pero yo me los llevaré Conmigo porque son Míos. Pero hay niños que morirán y Yo no me los llevo, porque han servido al maligno, porque tú se los permitiste, ellos escuchaban y aprendían en silencio de ti, vieron tus burlas a Mis hijos, tus murmuraciones, tu envidia, tu enojo, tu maldad, si ellos aprendieron de ti, lo que con tus hechos les enseñaste, ellos tus hijos se han contaminado con tus fornicaciones, con el veneno de tu lengua, se han vuelto burladores como tú, arrogantes y soberbios como tú, se han vuelto chismosos como tú, contumaces y envidiosos”.
“Ay, Ay, Ay, Iglesia del Señor, vuélvete a Dios, vuelve a la santidad”.
Recibido por Yasna Paola Velásquez Pedreros (Chile)