En el 2017 tuve un sueño donde Dios me mostró quién era el anticristo.
Yo estaba ante él, lo miraba pero no lo reconocía. Era un hombre firme, rígido y lo único que sentía era un miedo al verle, su presencia me irradiaba muchos sentimientos, sobre todo angustia de saber que pronto podría entrar en escena.
Esto lo presenté a la congregación pidiendo confirmación, después que buscaron la respuesta, la cual fue confirmada por el Espíritu Santo, comencé a pesquisar sobre líderes mundiales que podrían encajar en la persona que vi en ese sueño.
Mientras estaba leyendo los perfiles de Macrón, Trudeaun, Tsipras, finalmente llegué a un representante de una nación muy importante, que además de ser judío, posee un fuerte nexo familiar con el mandatario; lo llamativo es que el mismo tiene como posesión familiar un reconocido edificio ubicado en la Quinta avenida de Manhattan (EEUU), y lo que más me asombró fue su protagonismo en las tratativas de paz de Irael y Medio Oriente: Jared Kushner.
Fue entonces que desde mi interior me pregunté: ¿será él el anticristo?, automáticamente, y en forma audible, el Espíritu Santo me respondió: ”Él es”. Y que este hombre, sabe muy bien quién es.
Inmediatamente probé al espíritu que me habló, le pregunté si Jesucristo vino en carne o en espíritu, a lo que la voz respondió: “El Hijo de hombre vino en carne”.
Me estremecí en gran manera alertando al rebaño del mensaje recibido, y desde entonces estamos orando con la congregación pidiendo que el Señor deshaga sus planes, sus proyectos, y que abra los ojos a Mike Spence y su equipo de cristianos en el gobierno de Donal Trump, para que no sean engañados, y el Señor mismo los despierte, para que no sean influenciados por sus intereses siniestros.
El anticristo no podrá gobernar mientras la iglesia esté en la tierra, por tanto, nuestra oración frenará su operar si todo el cuerpo de Cristo ora en unanimidad reprendiendo sus obras.
- 2da. de Tesalonicenses 2:7-10 Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad; sólo que hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio. Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida; inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos, y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos.
Cristo viene muy pronto.
Dios les bendiga.