Soy la hermana Katherine de la iglesia San Pablo (Chile). Mis pastores son Zener Miller y Vania Cartes (…) Siendo las 00:46 de la noche, estaba en mi habitación, aún no me dormía cuando me habla la voz del Señor y me dice: “apártate a la otra pieza, porque hablaré contigo, lleva lápiz y papel y todo lo que Yo te hablaré lo anotarás”; así lo hice y lo que me habló el Señor lo anoté, y es esto lo que voy a leer:
“Lo que vendrá es aún mayor de lo que ya está -o sea el coronavirus que está instalado- los que están más robustos y bien cuidados lo podrán soportar, pero lo que se viene, ningún niño podrá soportar, es un virus tan invasivo que contamina todos los órganos del cuerpo”.
“Esto es sólo el principio de dolores, porque mi pueblo ya no me busca, mis hijos ya no me buscan, ¡y día a día más lejos están de mí!”
“Esto viene y no será vuelto atrás; empiezan mis juicios sobre el mundo entero, después de esto viene aún más dolor sobre las madres y dirán: ‘¿Señor porque ha sucedido todo?’ Esto, más todo el tiempo que les he dado no lo han aprovechado en buscar mi presencia, sino que mi pueblo se ha alejado de mí”.
“Llamarán y llorarán las madres, las madres llorarán y habrá un profundo dolor porque Yo me llevó a los niños, y aún niños de mis propios hijos me los llevo. Viene dolor, un dolor cual nunca se ha visto sobre toda la tierra, y esto es el cumplimiento de Mi Palabra”.
“Alza tu voz y anuncia lo que vendrá. Habla a mi iglesia que soy Yo el que está moviendo la tierra, los corazones, con este dolor, vienen días donde se dirá: ‘Chile, Chile está de luto, Chile está de duelo’; porque Yo me llevo a muchos niños para que así mi pueblo busque mi rostro, porque ya no habrá nada que según ellos impida buscar mi presencia”.
“Yo no quiero que mi pueblo se enfríe, Yo quiero un pueblo lleno del poder del Espíritu Santo, un pueblo que me tema y anhele mi presencia; yo envío a mis profetas a anunciar mis palabras, porque es tiempo que mi pueblo se una en un solo clamor, un clamor de humillación y de perdón. Yo Jehová, soy el que habla, Yo el que ejecutó juicios sobre toda la tierra y ésta es mi voz hablando a mis hijos, yo Jehová el que ha hablado. Amén”.
Esto entrega el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Esto fue lo que Dios me habló anoche cuando Él me llamó, yo me humillé y Él me habló estando sola y lo anoté y Él me dijo que lo entregara a su iglesia, y me dijo:
“Aquellos que lo reciban les será por bendición y aquellos que no lo crean, cuando todo esto suceda, entonces sabrán que fue la voz de Jehová”.
Soñaba que iba manejando un auto en el centro de Coronel (Chile); estacionaba en la plaza y me bajaba y cuando yo caminaba por el Paseo peatonal de Coronel, en la calle, en el suelo habían muchos niños botados de espalda, tirados en el suelo, y algunos ya estaban tapados con un nylon celeste sobre ellos, y yo entraba a una galería que estaba en el centro de Coronel, donde está la librería San Cristóbal, y esa galería se había transformado en un hospital de campaña, y entraba y en el suelo habían muchos niños, muchos niños recostados, habían dos enfermeras y una paramédico, y yo me acercaba a una enfermera con uniforme azul, y le preguntaba: ‘señorita ¿qué pasa, porque están todos estos niños aquí?’ y ella me decía: ‘señora porque el hospital de Coronel ya no da abasto, son muchos los niños los que están llegando y no tenemos espacio para recibirlos más, por eso hemos montado este hospital’.
Y yo los miraba y le decía: ‘¿pero qué les pasó?’ y me decía: ‘tienen el virus’. Y yo le preguntaba: ‘¿Cuáles son los síntomas?’ y ella me decía: ‘fiebre muy alta, dolor muscular; cuando la fiebre es tan alta pueden convulsionar’ y ya en la piel les aparecían manchas de color rojizo y yo miraba un niño que tenía 8 años y estaba botadito en el suelo, y en un momento ese pequeño empezaba a convulsionar y de su boca salía espuma blanca.
Luego yo salía de esa galería y caminaba en dirección al Liceo de Coronel, y ahí había una madre de una edad como de 40 años y en sus brazos tenía una pequeña de dos años, estaba muerta y ella gritaba con gran dolor decía: ‘¡Nooo!’ y se lamentaba, y ella estaba vestida con falda negra, blusa negra y zapatos negros, porque estaba de luto, y yo decía: ‘¿Señor qué es esto, porque ella grita? y me decía: ‘porque correrán las madres con sus hijos muertos, buscando respuestas en la ciencia, pero no les darán’.
Y desperté de este sueño y el Señor me dijo que estas dos cosas yo entregara a su iglesia, yo lo hago en el temor de Jehová, en el nombre del Señor. Amén
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