
Cada plantín representa a una nueva persona que asiste en una congregación, invitada a las reuniones evangelísticas.
En ellas comienza un proceso de crecimiento (como una semilla en una maceta), pero para que crezcan se las debe regar con agua siempre, de lo contrario se irán secando.
En este caso, ese riego representa el interés y el cuidado que cada creyente tiene con el alma que gana. Cada quién debe orar por su invitado siempre y cada tanto contactarse con él/ella para demostrar que le interesa y preocupación, además de recordarle la invitación a las reuniones.
Dios llama a su pueblo a ¡"regar las semillas plantadas"!.
Hay casos donde es necesario insistir, pero hay casos donde el corazón está endurecido, así es es mejor dar un tiempo mientras se continúa orando por el alma. ¡Pedir siempre dirección al Señor en cada caso!.
• 1Corintios 3:6 Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios.