
La Palabra nos enseña que tenemos dar un buen testimonio en todo; no solo en conducta, sino también en otras áreas como la limpieza del hogar.
• Tito 2:7-8 presentándote tú en todo como ejemplo de buenas obras; en la enseñanza mostrando integridad, seriedad, palabra sana e irreprochable, de modo que el adversario se avergüence, y no tenga nada malo que decir de vosotros.
En tiempos del Antiguo Testamento el Señor estableció rigurosas normas de limpieza del campamento de su pueblo (Deuteronomio 23), de la misma manera hoy los creyentes deberán guardar las enseñanzas sobre la limpieza.
Cuando hay inmundicia, hay pereza para limpiar y otros vicios que tienen que ser perfeccionados por el Señor.
Nuestro Dios, es Dios de orden, es Dios puro y limpio y sus hijos deben ser semejantes a Él.