
Comparto este sueño muy real sobre el regreso del Señor, lo soñé dos veces.
En el sueño yo conversaba con mi lider y le relataba lo que ví (sabía que era en un futuro de aprox. 4 años, porque vi a una de las niñas de la congregación mucho más crecida, como de 8 o 9 años, cuando en el momento del sueño tenía solo cuatro años).
En el sueño, mientras yo le relataba lo que vi, el Señor le revelaría al líder quienes serían las personas que estaban listas para el arrebatamiento. El líder me preguntó: ¿A quienes viste en el sueño ? yo le respondí: "A tales personas" (le mencioné nombre por nombre, en total a unas dieciocho personas, yo estaba incluída).
Entonces el Espíritu habló al líder lo siguiente: “sólo las personas que estaban en el sueño serán arrebatadas, los demás se quedarán”.
Entonces me indigné, me llené de angustia y cuestioné con dolor: “¿pero como eso es posible?, ¡¿porqué 'tales' personas no irán con el Señor, si están bien espiritualmente, además conocen la Palabra, y están mucho tiempo en el camino ¿porqué no podrán ser arrebatados y sin embargo yo sí?!.
Y el líder me respondió: "siempre hay que estar bien espiritualmente, preparados y alineados, esperando al Señor. Hay muchas personas que hoy pueden estar bien, pero que justo para ese momento pueden decaer, de la misma forma hay otras personas que hoy están mal, pero para ese momento pueden levantarse y se irán con el Señor".
VELAD
• Marcos 13:37 Y lo que a vosotros digo, a todos lo digo: Velad.
Este sueño es una alerta del Espíritu a todos los creyentes a mantenerse velando.
Estar en vela significa muchas cosas, mantener encendida la llama del Espíritu en el corazón, permanecer esperando el regreso de Jesucristo, atender siempre las cosas de arriba, no vivir afanados ni estresados con cosas del mundo.
El Señor exige a su pueblo mantenerse en vela.
Muchos cristianos están bien por temporadas, luego bajan la guardia y así se les apaga la llama. Nadie sabe el día ni la hora en que el Señor regresará y si en aquel día Cristo no los encuentra velando, a la espera de su regreso, se quedarán, no importa si hoy están en el fuego del Espíritu, si en que aquel día están dormidos, se quedarán.
Lo peor que puede hacer un creyente que hoy está bien, es confiarse en sí mismo, hasta el último día deberá esforzarse de la misma forma y no bajar la guardia.
• Mateo 24:42 Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor.
• Marcos 13:35 Velad, pues, porque no sabéis cuándo vendrá el señor de la casa; si al anochecer, o a la medianoche, o al canto del gallo, o a la mañana;
• Lucas 17:35 Dos mujeres estarán moliendo juntas; la una será tomada, y la otra dejada.
• Mateo 25:11-12 Después vinieron también las otras vírgenes, diciendo: ¡Señor, señor, ábrenos! Mas él, respondiendo, dijo: De cierto os digo, que no os conozco.