
El hecho de no creer en la palabra tal cúal está, tampoco creer en toda manifestación de su Espiritu Santo, permite que el enemigo llene la mente del cristiano de dudas, confusiones, y argumentos falsos con la Palabra y la obra del Espíritu.
Dudar de Dios y su Palabra es limitarlo, y así es imposible agradar a Dios. No podemos creer solo lo que tenga lógica, sino todo lo que está escrito.
- Mateo 18:3 y dijo: «De cierto les digo, que si ustedes no cambian y se vuelven como niños, no entrarán en el reino de los cielos.
También tenemos que creer en la obra del Espíritu, que también habla y manifiesta la voluntad de Dios de diferentes maneras, creer en el Espíritu Santo es creer en su manifestación.
• Juan 20:27b y no seas incrédulo, sino creyente.