
Cuando la persona huele, aspira el aire y las fosas nasales se expanden llenándose de aire.
De la misma forma hay personas que están acumulando “cosas” y como no entregan en oración, se están comenzando a hinchar.
Se llenan de cargas, de ansiedad, de enojos, todos los problemas cotidianos de la casa, el trabajo.
De todas estas cosas el creyente debe despojarse en oración, es imposible que una persona pueda estar en paz si no entrega todo estos pesos innecesarios de cargar. ¡No retener esas cargas!.
• Filipenses 4:6 Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.