
Así como las antenas sirven para mejorar la recepción de señales, de igual manera los oídos del cristiano deben estar muy atentos y enfocados a la recepción de los mensajes de la Palabra y todo lo que hable del Espíritu.
• Isaías 28:23 Estad atentos, y oíd mi voz; atended, y oíd mi dicho.
De igual manera, durante las exposiciones el creyente debe incluso luchar contra la distracción y los pensamientos vanos, también cuando leen la Palabra en la intimidad de sus hogares.
• Marcos 7:16 Si alguno tiene oídos para oír, oiga.