Abril 2020
(…) el Señor me tomó en sueños y me mostró lo que va a venir después de esto (cuarentena del coronavirus). Me tomó fuerte y me dijo: "Cuando esto pase;… apenas esto pase... va venir una lluvia tempestuosa, mucha gente va a perecer. Aquellos que se arrepintieron de labios, todos ellos van a perecer”.
Y de repente me encontraba orando, le pedí perdón de corazón y me dijo: "Ves, así debe ser el arrepentimiento. Aquellos que solo por miedo vinieron a mi presencia, perecerán por esto que vendrá y será peor".
Y me mostró la lluvia con vientos fuertes, ¡serán muy fuertes!.
Y luego me dijo: “la luna ya no va más dar su mismo resplandor”, lo que veremos son señales.
Me dijo que luego “el cielo será conmovido, el cielo temblará”. Y miré el cielo, (y vi) cómo temblaba y empecé pedir socorro; luego clamé pidiendo misericordia por las almas, pero me dijo: “ya no es el tiempo de pedir por las personas, sino que cada uno tiene que procurar por su salvación”.
Mientras que yo pensaba Él ya me respondía, yo estaba pensando: ‘¿cómo no voy a orar por fulana?’, y Él me dijo: “Vos podés orar, pero tu oración quedará esparcida por las nubes, ya no llegará a mí en los cielos, sino que cada uno debe procurar de corazón por su salvación”.
Esto yo no le había contado a nadie, pero ayer a la noche soñé que ya estaba en el hospital, (porque ahora estoy enferma) y directo pasé a la recepción y la enfermera me gritó diciendo que yo sé bien que si no paso por el protocolo no me voy a curar, pero no le hice caso y fui por un pasillo que no tenía salida.
Y ahí entendí que si yo no les cuento, no me voy a curar (en el sueño seguir el protocolo representa obedecer lo encomendado por el Señor), que yo les tengo que contar lo que recibí y queda ya su criterio creer o no.
Me dijo que en este momento “nadie sabe cuándo va terminar esta epidemia, estamos en el tiempo de Dios no en el de ustedes, ningún hombre sabe cuándo va terminar, sólo Dios sabe, y apenas esto termina vendrá lo peor”.
Diles que se preparen en ayuno, oración y arrepentimiento.
Y ahora estoy obligada a contarles, porque si es por mí no les iba a contar porque muchas veces no quieren creer. Pero dos veces el Señor ya me tocó, y no voy a dejar que el Señor me vuelva a castigar por eso les cuento.
Bendiciones
Aclaración:
El Espíritu Santo hace un llamado urgente a autoexaminarse, ¿de qué sirve que una persona que no está lista para el Señor doble rodillas intercediendo por los demás?; muchos cristianos están así, orando por la salvación de las almas pero no limpian sus vestidos, están con raíces de amargura, con afanes del mundo, o pecados por ser quitados.
Cada quién es responsable de su santificación, y es deber de cada creyente asegurarse que su lámpara esté llena de aceite y mantenerse en la llama del Espíritu, esperando al Esposo, en santidad, para así poder interceder por otros.
El tiempo que resta es de santificación.
• 2da. de Pedro 3:14 Por lo cual, oh amados, estando en espera de estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por él sin mancha e irreprensibles, en paz.