
El árbol representa al creyente, las ramas reverdecidas el crecimiento espiritual en ejecución, y el corte lo da el enemigo.
Es una manera muy común de mover del diablo, cuando una persona comienza a crecer en el Camino sufre una serie de ataques, de diferentes formas y en diferentes áreas para frenar el avance, así viene el desánimo, las dudas y muchos retroceden.
Entonces se da como la poda, se corta y vuelve a crecer, se corta e inicia de nuevo el proceso… este crecimiento y corte contínuos se da por el retroceso que da el cristiano ante estos ataques. ¡No retroceder, no frenar, siempre avanzar!, el árbol tiene que continuar creciendo.
• Lucas 8:12 Y los de junto al camino son los que oyen, y luego viene el diablo y quita de su corazón la palabra, para que no crean y se salven.
• Isaías 61:3b y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya.