Hay cristianos que minimizan esta falta que es un pecado ante los ojos de Dios. Por más que lo hagan a escondidas, Dios lo ve y no lo justifica.
Por más que la práctica del soborno sea hoy común, no debe ser aceptado por el cristiano, ¡hay que rechazarlo!. La práctica de este pecado trae maldiciones en la ecomonomía, permite que el Destructor toque la casa o posesiones de quien lo practica.
• Deuteronomio 16:19 No tuerzas el derecho; no hagas acepción de personas, ni tomes soborno; porque el soborno ciega los ojos de los sabios, y pervierte las palabras de los justos.