Son lágrimas de arrepentimiento, de dolor, de clamor, toda lágrima que derramamos cuando buscamos refugio, consuelo, paz a través de la oración… es en el dolor y la debilidad donde Él trabaja en sus hijos.
En el Cielo esas lágrimas se convierten en piedras preciosas.
- Salmo 30:5 Por la noche durará el lloro, y a la mañana vendrá la alegría.
- Apocalipsis 8:3 Otro ángel vino entonces y se paró ante el altar, con un incensario de oro; y se le dio mucho incienso para añadirlo a las oraciones de todos los santos, sobre el altar de oro que estaba delante del trono.