
Hay demonios que se alimentan del pecado, y acompañan a las creyentes que practican el error incluso a la congregación.
Si un cristiano en ese estado participa en una reunión de intercesión, ese demonio estará allí y podrá influenciar, trayendo obstáculo a la oración de todo el grupo.
• 1ra. de Juan 3:8 El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo
Todos los cristianos luchan contra el pecado, pero la práctica del pecado es grave. Dios siempre está dispuesto a perdonar cuando hay arrepentimiento, pero sin arrepentimiento no hay perdón.
OBS: no es conveniente que un cristiano en ese estado participe de reuniones de intercesión, ayuno o adoración, hasta que no trate sinceramente con el pecado. ¡Dios llama hoy al arrepentimiento a todos!.